viernes, 31 de julio de 2009

Un movimiento sensual



Es algo por la mayoría sabido, que uno de los espacios más hermosos y más complejos de la intimidad sexual tiene relación con la sensualidad.
Es realmente común encontrar anuncios de todo tipo y en todos los medios, donde se ocupa la sensualidad como una forma de captar la atención de otros. Así, surge la extraña concepción de que la sensualidad está directamente relacionada con la femineidad. De este modo, si vemos a un hombre en pose sensual, comentaríamos que resulta algo plástico. Sin embargo, ¿podemos los hombres ser sensuales sin vernos plásticos o una mala copia de mujer?
Mientras estaba en casa cenando, de fondo sonaba un tema de reggaeton algo cargado de sensualidad. Mi mente se había puesto en pose de divagación y, hasta cierto punto había funcionado, cuando una enorme mosca pasó haciendo su típico zumbido. Más allá de incomodarme su peluda y negruzca presencia, me puse a pensar ¿puede una mosca ser sensual?, luego de largar unas carcajadas tras este pensamiento freak, y de unos ligeros tiritones ante la sola idea de imaginarme una mosca en traje de baño, me puse a pensar en los estereotipos de dejamos entrar a nuestras vidas y que, de una u otra forma, tienen una enorme influencia en nuestra intimidad.
La ya remarcada idea de que las mujeres son las encargadas de la sensualidad en la cama se ha enraizado en una sociedad que, por lo general, deja al hombre en la frase típica: “dos cucharadas y a la papa”. En nuestros tiempos, ya dudo de las dos cucharadas, entre las tantas variedades de papas y la variedad de preparaciones, el escaso tiempo y la superficialidad de las relaciones, el espacio otorgado al jugueteo, las insinuaciones y provocaciones ha pasado a ser un molesto zumbido.
Más allá de lo irrisoria que resulte la imagen de una mosca sensual, lo interesante es analizar nuestras experiencias en la cama. La importancia que le otorgamos a lo sensorial, el placer de tocar, oler, teniendo muy en cuenta la posibilidad que tenemos de conocer y reconocernos en el otro.
La idea es no relegar la sensualidad a un comercial de ropa interior o de alguna bebida alcohólica (recordemos aquellas cachondas imágenes utilizadas por Capel o Cristal a mediados de los 90).
Con cierto alivio, es grato ver cómo la figura de la mujer está dejando de ser un estereotipo brutalmente utilizado, en parte, gracias a la lucha feminista.
Así, los hombres han entrado con fuerza para captar al público femenino o gay. Más allá de eso, aquellos que han incursionado en la publicidad están ganando la calidad de íconos para ciertos grupos, en cuanto aprovechan los recursos propios, como la sensualidad.

Queda la interrogante en el aire, como un zumbido que revolotea de forma constante, mientras de fondo se escucha:

Un movimiento sensual, un movimiento sensual, mosca, mosca sensual.

1 comentario:

  1. jajaja es cierto que la lucha de las mujeres ha logrado ir poco a poco cambiando dichos estereotipos.... bueno ver a hombres haciendo el papel de sensualidad... ahora que sea efectivo aún es cuestionable, lo bueno es que todo evoluciona y el mundo al que lleguen nuestros hijos (si es que eso alguna vez ocurre) será un mundo en el que ya las categorizaciones no sean tajantes ni excluyentes... o por lo menos esa es la esperanza que queda...

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